Todos los días parecen iguales, pero cuando miras a tu alrededor te das cuenta que tienes el espacio y las manos vacías, volteas la mirada y no sabes si son tus huellas las que ves o las de alguien que se topó en tu camino y quedaron marcadas en tu andar.
Me asomo por mi ventana y veo como cae la lluvia fuertemente, siento la brisa como traspasa mis ojos y deja en mi alma gran escalofrío que estremece todo hasta la vida misma.
Veo a lo lejos la verde montaña más bella que hay y esta frente a mí, trayendo a mi mente tu rostro, tu aliento, quisiera perderme en lo más profundo de esa gran montaña, para no pensarte, para no recordarte, por un momento me gustaría volar hasta ti en un segundo nada mas, posarme en tu alcoba, mirarte dormir, tocar tus mejillas, sentir tu calor, aspirar tu aliento y sentir tu aroma que me gusta tanto y me vuelve loca haciéndome soñar, como por ejemplo que soy la princesa que espera en palacio por aquel abrazo del amado, que llega a caballo vestido de gala haciéndole honores, se inclina hacia ella con gran reverencia, la toma del brazo y acerca su talle, la besa muy tierno, luego la conduce hasta su corcel blanco y van galopando juntos por grandes jardines rodeados de árboles, flores, riachuelos, llenos de frescura y mucha armonía, donde van dejando destellos de luz que dan mucho brillo y en cada parada se brindan amor, se entregan dulzura y un gran sentimiento que se siente mutuo les hace vibrar, dejándoles paz y seguridad. Ese amor soñado le lleva a su reino y allí le promete que la ha de amar siempre.
Respiro profundo y al abrir mis ojos sigue la montaña postrada ante mí y cae la lluvia pero lentamente, me siento calmada, solo he de esperar que en algún momento ese gran amor, pronto va a llegar, si lo se… lo voy a esperar, como lo he soñado, Dios me ha de brindar la oportunidad que he querido siempre y esta soledad que ahora me embarga de una vez por todas pronto acabará.
Te estaré esperando amor de mis sueños, sé que llegaras y será grandioso, ya tú lo veras como en esta vida yo te voy a amar, nunca olvidarás toda la grandeza de este sentimiento y sé que un día nos embargará para acompañarnos hasta el fin del mundo y con un bello final, que será amar, solamente amar...
Todos los días parecen iguales, pero cuando miras a tu alrededor te das cuenta que tienes el espacio y las manos vacías, volteas la mirada y no sabes si son tus huellas las que ves o las de alguien que se topó en tu camino y quedaron marcadas en tu andar.
Me asomo por mi ventana y veo como cae la lluvia fuertemente, siento la brisa como traspasa mis ojos y deja en mi alma gran escalofrío que estremece todo hasta la vida misma.
Veo a lo lejos la verde montaña más bella que hay y esta frente a mí, trayendo a mi mente tu rostro, tu aliento, quisiera perderme en lo más profundo de esa gran montaña, para no pensarte, para no recordarte, por un momento me gustaría volar hasta ti en un segundo nada mas, posarme en tu alcoba, mirarte dormir, tocar tus mejillas, sentir tu calor, aspirar tu aliento y sentir tu aroma que me gusta tanto y me vuelve loca haciéndome soñar, como por ejemplo que soy la princesa que espera en palacio por aquel abrazo del amado, que llega a caballo vestido de gala haciéndole honores, se inclina hacia ella con gran reverencia, la toma del brazo y acerca su talle, la besa muy tierno, luego la conduce hasta su corcel blanco y van galopando juntos por grandes jardines rodeados de árboles, flores, riachuelos, llenos de frescura y mucha armonía, donde van dejando destellos de luz que dan mucho brillo y en cada parada se brindan amor, se entregan dulzura y un gran sentimiento que se siente mutuo les hace vibrar, dejándoles paz y seguridad. Ese amor soñado le lleva a su reino y allí le promete que la ha de amar siempre.
Respiro profundo y al abrir mis ojos sigue la montaña postrada ante mí y cae la lluvia pero lentamente, me siento calmada, solo he de esperar que en algún momento ese gran amor, pronto va a llegar, si lo se… lo voy a esperar, como lo he soñado, Dios me ha de brindar la oportunidad que he querido siempre y esta soledad que ahora me embarga de una vez por todas pronto acabará.
Te estaré esperando amor de mis sueños, sé que llegaras y será grandioso, ya tú lo veras como en esta vida yo te voy a amar, nunca olvidarás toda la grandeza de este sentimiento y sé que un día nos embargará para acompañarnos hasta el fin del mundo y con un bello final, que será amar, solamente amar...
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sábado, mayo 06