Querido Jesús, donde quiera que te encuentres te mando esta carta... Te escribo porque estos días he estado medio triste y como no ha llovido en meses más aún mi tristeza se agudeza. Lo primero es decirte que te amo profundamente, sencillamente porque eres lo más grande y hermoso que tengo en la vida. Eres tan fiel, complaciente y me llenas en cada instante de esta gran vida que me diste, solo basta que yo te pida algo y tú sales corriendo a complacerme y de verdad siento que esta relación de nosotros dos cada día se hace más estrecha, más cargada de mucho amor profundo, intenso y eterno. A veces pienso que debo ser más entregada contigo, fiel a tus principios, porque de pronto busco excusas para no estar contigo, el trajín del trabajo y el día a día me hacen descuidarte, pero no debe ser así mi estimado señor, no porque tú eres el dueño de mi vida, mi luz mí más grande y verdadero amor. Pero esta noche fría deseo un encuentro contigo a solas, secretamente contarte todas mis penas sin que nada ni nadie nos perturbe. Esta noche he venido a buscarte para que juntos podamos recorrer esta gran ciudad y viajemos por los rinconcitos de esta Venezuela te la presento es muy querida por todos los que han nacido y luchado en ella, viste cuan hermoso y prodigioso es mi bello país. Como están los más recónditos lugares y puedas observar los rostros tristes de la gente, mira como todo ha cambiado en Venezuela. Ya no es la misma. Aquella que descubrió Colón, donde se encontró el Limonero del Señor y estaba el edificio La Francia. Hoy en particular a pesar de que hay una gran emoción por la furia del béisbol y que si Caracas le gana al Magallanes o viceversa y todos salen a celebrar por el triunfo de su equipo, pero y pasado mañana cuando ya no haya béisbol, volveremos a ser ciegos?, porque tampoco hay ni tormentas ni temblores que comentar y ya lo de Haití pasó de moda. Porque el ciego seguirá siendo ciego, el mundo continuará sin hablar y el que está sentado en una silla de rueda igual no podrá caminar, ni el delincuente dejará de robar y nuestra política aun es muy deficiente. No, eso no es lo que yo quiero para mi país, quiero que volvamos a creer, que levantemos las alas y veamos el futuro pintado con un mañana mejor. Yo quiero ser muy feliz caminando por las calles y sentir seguridad, quiero ver a mis hijos y nietos crecer rodeados de mucho amor y que éste, sea su país. Que puedan vivir tranquilos sin zozobras ni temores, que la prodigiosa tierra que nos diste, prospere cada día más y que siempre exista la luz para guiar nuestros pasos, que la lluvia lave las penas y la gente no se muera. Será que es mucho pedir. Como yo sé que tú siempre me escuchas, te traje para que observes y veas como vivimos. Yo no te pido riquezas, yo no te pido tesoros, yo no quiero nada para mí, yo solo quiero que todos podamos vivir en paz. Tú que tanto nos has dado, hoy te quiero pedir: devuélveme mi país. Danos la tranquilidad, la paz y felicidad, que razonen los políticos que puedan tener conciencia, ser honestos de verdad, que vivamos en igualdad y tengamos libertad. Y a ustedes queridos amigos piensen por un momentico, alejaditos de Facebook, del Twitter y tan bien de los Blackberrys, para que por favor acuerden de orar de pedirle a nuestro Señor que por nosotros murió, y es el único en el mundo por sobre todas las cosas que puede darnos la luz. Pidamos por Venezuela, pidamos por este hermoso país, es la tierra de Bolívar ésta que lo vio nacer y la de nuestros ancestros, no nos olvidemos de él, es el único que nos podrá socorrer, yo se los puedo asegurar él nunca olvida a sus hijos y en la unión está la fuerza, familia que reza unida permanece unida. Yo confió en él que todo lo puede, en Dios que tiene el control. Venezuela, si se puede, si se puede ser la mejor.
Querido Jesús, donde quiera que te encuentres te mando esta carta... Te escribo porque estos días he estado medio triste y como no ha llovido en meses más aún mi tristeza se agudeza. Lo primero es decirte que te amo profundamente, sencillamente porque eres lo más grande y hermoso que tengo en la vida. Eres tan fiel, complaciente y me llenas en cada instante de esta gran vida que me diste, solo basta que yo te pida algo y tú sales corriendo a complacerme y de verdad siento que esta relación de nosotros dos cada día se hace más estrecha, más cargada de mucho amor profundo, intenso y eterno. A veces pienso que debo ser más entregada contigo, fiel a tus principios, porque de pronto busco excusas para no estar contigo, el trajín del trabajo y el día a día me hacen descuidarte, pero no debe ser así mi estimado señor, no porque tú eres el dueño de mi vida, mi luz mí más grande y verdadero amor. Pero esta noche fría deseo un encuentro contigo a solas, secretamente contarte todas mis penas sin que nada ni nadie nos perturbe. Esta noche he venido a buscarte para que juntos podamos recorrer esta gran ciudad y viajemos por los rinconcitos de esta Venezuela te la presento es muy querida por todos los que han nacido y luchado en ella, viste cuan hermoso y prodigioso es mi bello país. Como están los más recónditos lugares y puedas observar los rostros tristes de la gente, mira como todo ha cambiado en Venezuela. Ya no es la misma. Aquella que descubrió Colón, donde se encontró el Limonero del Señor y estaba el edificio La Francia. Hoy en particular a pesar de que hay una gran emoción por la furia del béisbol y que si Caracas le gana al Magallanes o viceversa y todos salen a celebrar por el triunfo de su equipo, pero y pasado mañana cuando ya no haya béisbol, volveremos a ser ciegos?, porque tampoco hay ni tormentas ni temblores que comentar y ya lo de Haití pasó de moda. Porque el ciego seguirá siendo ciego, el mundo continuará sin hablar y el que está sentado en una silla de rueda igual no podrá caminar, ni el delincuente dejará de robar y nuestra política aun es muy deficiente. No, eso no es lo que yo quiero para mi país, quiero que volvamos a creer, que levantemos las alas y veamos el futuro pintado con un mañana mejor. Yo quiero ser muy feliz caminando por las calles y sentir seguridad, quiero ver a mis hijos y nietos crecer rodeados de mucho amor y que éste, sea su país. Que puedan vivir tranquilos sin zozobras ni temores, que la prodigiosa tierra que nos diste, prospere cada día más y que siempre exista la luz para guiar nuestros pasos, que la lluvia lave las penas y la gente no se muera. Será que es mucho pedir. Como yo sé que tú siempre me escuchas, te traje para que observes y veas como vivimos. Yo no te pido riquezas, yo no te pido tesoros, yo no quiero nada para mí, yo solo quiero que todos podamos vivir en paz. Tú que tanto nos has dado, hoy te quiero pedir: devuélveme mi país. Danos la tranquilidad, la paz y felicidad, que razonen los políticos que puedan tener conciencia, ser honestos de verdad, que vivamos en igualdad y tengamos libertad. Y a ustedes queridos amigos piensen por un momentico, alejaditos de Facebook, del Twitter y tan bien de los Blackberrys, para que por favor acuerden de orar de pedirle a nuestro Señor que por nosotros murió, y es el único en el mundo por sobre todas las cosas que puede darnos la luz. Pidamos por Venezuela, pidamos por este hermoso país, es la tierra de Bolívar ésta que lo vio nacer y la de nuestros ancestros, no nos olvidemos de él, es el único que nos podrá socorrer, yo se los puedo asegurar él nunca olvida a sus hijos y en la unión está la fuerza, familia que reza unida permanece unida. Yo confió en él que todo lo puede, en Dios que tiene el control. Venezuela, si se puede, si se puede ser la mejor.
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